Menos Mal que normalizamos el huachicol
Menos Mal, por Samuel Pérez Rios
Lunes 3 de noviembre del 2025
Menos Mal que en nuestro bello estado de Querétaro tenemos la facilidad de adaptarnos a nuestro entorno de manera sistemática, desde 1985 donde se vivió una desbandada de nuevos queretanos por el terremoto de la ciudad de México hemos adoptado la costumbre de adoptar de manera fácil y rápida prácticas ajenas a nuestra entidad.
Hemos adoptado buenas costumbres pero también hemos perdido muchas que formaban parte de nuestro tesoro como estado y se han ido desvaneciendo en el tiempo tapadas por malas prácticas que nos han impuesto la gran diversidad de mentes y formas de vida con las que se ha combinado la ciudadanía que radica en el territorio estatal.
El Huachicol es la muestra perfecta de costumbres ajenas que resultan nocivas y que al día de hoy ya está normalizada al 100% por toda la sociedad. Pero comencemos desde el principio, ¿Qué es el huachicol y quien lo practica?. la palabra huachicol se usa para nombrar al combustible adulterado o robado. Las personas que se dedican a la actividad ilícita de robar y adulterar combustible se denominan huachicoleros.
Esta práctica no es nueva, se ejerce desde hace más de 40 años. ya sea ordeñando los ductos de Pemex por donde se distribuye el combustible o directamente en las refinerías bajo la complicidad de las autoridades corruptas y empleados deshonestos de la petrolera pues los ingresos que genera son muy altos. Desde luego que es una de las principales causas de que Pemex se encuentre en pésimas condiciones pues son décadas de saqueo continuo y sistemático, algo como lo que sucede con los gobiernos de todo el país. ¿Será coincidencia?
Galegas en nuestro estado es un ejemplo de la corrupción e impunidad causada por el huachicol en el estado, desde luego con el cobijo de las autoridades quienes también tapan la continua ordeña de ductos y distribución de combustible robado como todas las estaciones y changarros que venden sobre la carretera federal 57 a la vista de todo el mundo menos de quien debe de procurar el orden.

Ya no nos sorprende las continuas explosiones de pipas, ductos, almacenamientos y demás consecuencias del manejo irresponsable del combustible. Lo más sorprendente es que solo así las autoridades estatales detectan los distintos lugares donde se realizan estas actividades, dicen las malas lenguas que cuando se detecta un punto de huachicol las lagrimas provienen del Palacio de la Corregidora.
Se rumora que el control y manejo del combustible robado en Querétaro está a cargo de un par de hermanos muy bien posicionados que protegen y administran todo lo relacionado con el huachicol en Querétaro. Solo así se entendería que solo la intervención del Gobierno Federal intente poner un freno al constante y sistemático negocio del robo de combustible.
Pareciera que cada fin de semana se presenta una explosión o accidente relacionada con el huachicol, pero esto ya no nos asombra, ver columnas negras de humo ya es parte del paisaje cotidiano. Las denuncias por automóviles averiados por combustible adulterado, los lesionados por explosiones, los puestos de ventas de garrafas, las gasolinerías intervenidas por la guardia nacional, inclusive la inmensa cantidad de marcas y estaciones de servicio nuevas en el territorio hacen pensar que esto forma parte de la realidad del estado.

Pues tal parece que así como llegaron nuevas costumbres y tradiciones para quedarse, así seguiremos viendo estaciones como Galegas, explosiones de ductos y pipas además de la incertidumbre de saber si la gasolina que cargamos en nuestros carros es de buena procedencia y calidad o resultado de una actividad con muchas ganancias para unos cuantos, pero que afecta a toda la sociedad en general.
Desde luego que no estamos aún en el nivel que se observa en los estados vecinos, pero esto pareciera ser solo cuestión de tiempo, pues una vez normalizado, los números comienzan a escalar de manera incontrolable hasta que ya ni lo notamos.
Así como la violencia, la delincuencia, el crimen organizado, el cobro de piso, el secuestro y desapariciones forzadas, el huachicol llegó para quedarse pues aun que lo nieguen beneficia a integrantes de la autoridad, pues de otro modo no se explica la miopía institucional queretana.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
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